Revisión Básica de la Alergia Alimentaria

Las alergias alimentarias son consulta frecuente en la vida de un Médico Veterinario. Generalmente, el dueño llega contándonos que su perrito se rasca, leve, moderado, otras veces es tanta la picazón que incluso han perdido pelito en algunas zonas, o tienen heridas. También nos cuentan que se lamen las patitas o manitos compulsivamente y muchas veces que se rasca mucho las orejitas, incluso pueden llegar con otitis. Para uno como Médico Veterinario, no es llegar y decir “perfecto, esto es una alergia alimentaria”. No no no señores. Todos los procesos dermatológicos requieren una aguda anamnesis y examen clínico y además, exámenes complementarios que nos ayudarán a orientar el camino. Muchas veces, no es un trayecto corto y debemos ir descartando patologías para llegar a la que finalmente afecta a nuestra mascota. Siempre recordar: ellos no hablan. Es por eso, que debemos ser cuidadosos y no adelantar diagnósticos a tontas y a locas. Hay que tomarse su tiempo. 

Básicamente, cualquier alimento puede ser un alergeno (algo que produce alergia). (Vacuno, cerdo, soya, trigo, leche, huevo, etc.). Una mascota se hará alérgica a algo que por lo general come por mucho tiempo, ya que la reacción requiere un periodo de sensibilización, en caso de activarse el mecanismo inmunomediado de esta patología. Sin embargo, hay otros mecanismos no inmunomediados que pueden hacer que la alergia ocurra más rápidamente. 

 Es frecuente, pero no exclusivo, que la alergia se presente a una proteína y más específicamente, a una glicoproteína compleja de tamaño molecular grande. 33% de los pacientes son menores de 1 año. Los síntomas son en mayor porcentaje CUTÁNEOS y no estacionales. Existe un 10-15% de casos que presenta signos gastrointestinales como diarreas leves. Las lesiones más comunes son dermatitis entre los deditos de las manos, eritema de cara interna de pabellones auriculares (se ven rojitos), eritema alrededor de la boquita, del ano, ojo, conjuntivitis, manchones de pelito que faltan en dorso de las patas, picazón en las patitas en general. Se observan lesiones llamadas “primarias”, como pápulas y pústulas. Tiene mala respuesta a los corticoides, responden y luego no lo hacen. Un porcentaje altísimo de los pacientes con otitis como signo único, tienen atopia o alergia alimentaria. 80% de quienes tienen alergia alimentaria, tiene otitis. 25% presenta otitis como único signo. 

El único diagnóstico válido es la dieta de eliminación, que dura hasta 10 semanas, en donde le damos a nuestra mascota una alimentación con una proteína que NUNCA haya ingerido antes, lo más típico: caballo. También una fuente de carbohidratos como arroz y un poco de acelga. NADA MÁS, ni premios. El cese del prurito nos indicará el diagnóstico de alergia alimentaria. Es ahí cuando hacemos una provocación con su alimento original y si el prurito vuelve, debe quedar con dieta hipoalergénica de por vida. Si el prurito no pasa, es atopia, habiendo descartado primariamente, ectoparásitos. 


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